Lorenia Gaxiola Esquer, quien se dedica al aseo de aulas en planteles educativos y es encargada de desayunos escolares en una escuela primaria, vive con su hijo Ramón de 41 años de edad.
La mujer de la tercera edad comentó que con el incendio no sólo perdieron sus muebles, ropa y documentos, sino un patrimonio que les costó muchos años de trabajo para cimentar.
“Gracias a Dios no estábamos cuando inició el fuego, y lo digo así porque quizá pudo haber pasado otra cosa. Me invade la tristeza ya que son muchos años de trabajo para poder comprar lo poco que teníamos”, enfatizó.
El siniestro, el cual ocurrió después de las 19:00 horas del día 30 octubre, arrasó con todo a su paso y dejó daños estructurales en la casa habitación.
“Ya hay mucha gente de buen corazón ayudando, incluso unos amigos de la escuela de mi nieto me ayudaron a lavar las paredes”, manifestó.
Doña Lorenia, dijo que entre las cosas que ocupa para reponerse son ropa, muebles y comida, pero lo cual lo que gusten donar será recibido de buen corazón.
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