La sequía que azota a Sonora, clasificada por las autoridades como “excepcional”, está teniendo un impacto devastador no sólo en los agricultores y ganaderos, sino también en los pescadores de la comunidad de Buenavista, específicamente en el área del embalse Álvaro Obregón, conocido como Oviáchic.
Debido a los niveles extremadamente bajos de agua en el embalse, los pescadores se han visto obligados a abandonar su actividad, ya que resulta prácticamente imposible operar en esas condiciones. María Isabel Americano López, presidenta de la cooperativa Sociedad de Solidaridad Social, explicó que los equipos de pesca se atascan debido a la escasez de agua, y además, la falta de profundidad hace que las especies de peces sean difíciles de encontrar.
American López también destacó que la presa actualmente se encuentra al 12% de su capacidad total, y señaló que no habían experimentado una situación tan grave desde 2012.
La difícil situación está afectando a decenas de familias que dependen de la pesca como su principal fuente de ingresos, lo que hace que la sequía tenga un impacto económico significativo en la región.
Esta situación resalta la urgencia de abordar la crisis de sequía en Sonora y tomar medidas para apoyar a las comunidades afectadas por esta grave situación ambiental.
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